viernes, 21 de mayo de 2010

La memoria del OTRO

La memoria del OTRO es una muestra de video instalación y video ensayo que se encuentra actualmente en la sala Matta del museo Nacional de Bellas Artes que consta con nueve artistas extranjeros y con la curatoría de la académica española Anna María Guasch.
La muestra busca abordar algunos de los conflictos más dramáticos del presente, como la xenofobia y la persecución a los inmigrantes, el miedo, el estigma Musulmán como sinónimo de terrorismo, el maltrato femenino, los pueblos excluidos de la globalización... En fin, la historia no sanada.
La condición de otro constituye el argumento unificador de los nueve expositores concurrentes. Son trabajos de los diez últimos años y en especial, tienen carácter documental. Como ocurre con frecuencia, la longitud de tiempo del video arte atenta no sólo contra su efectividad, sino también en su esencia misma. Así, esta vez, casi todos ellos duran entre media hora y tres horas.

La muestra me pareció muy interesante y mas aun la forma en como estaban puestos los videos, era como buscar en una memoria, en algo así como un laberinto en donde los sonidos de cada video eran perturbadores al encontrarse todos juntos sonando pero que al estar ya un buen rato se producía un silencio; ya que se anulaban y se convertían en uno; que la sala fuera negra y tuviera poca luz hizo que analizara o que reflexionara más aun acerca de la memoria del otro, es decir hizo que automáticamente asociara la memoria con lo perdido, con la oscuridad, en el miedo, con la huella que queda de cada persona, una persona que va perdiendo esa memoria;
memoria que es frágil y que al ir buscando en esos pequeños lugares de la mente inconcientemente se crea el proceso de búsqueda y que al hablar de esos recuerdos se va formando un conciente o inconciente colectivo, en donde cada persona se da cuenta de que tiene algo en común, cada persona tiene algo en la memoria del otro que esta relacionado con sus vivencias.

La colectividad se crea a partir de un fundamento de una fabula que nosotros mismo vamos creando para así saciar nuestras necesidades e ir cobijando nuestros deseos y tengamos un ideal y podamos compartir vivencias con otros, y así poder unirnos en un colectivo, sociedad, grupo, cultura, etc. Así comienza la memoria colectiva, la mancha, la huella que vamos dejando conciente e inconcientemente en las mentes de los demás.

La memoria del otro en la era global resulta un título bastante sugerente para una época en que museos, salas de arte y ciudades viven una especie de boom de manifestaciones que recuerdan hechos espinosos del pasado, y más aún cuando intentan trasladar esa historia al presente. En efecto, el mundo ha visto la apertura de un buen número de centros de memoria en honor de las víctimas del Holocausto, de dictaduras, de genocidios, de detenidos desaparecidos. Aunque su utilidad ha sido cuestionada por más de una persona, todas estas iniciativas han surgido con el propósito de evitar que la historia se repita.




Algunos de los artistas

El aporte del Catalán Jordi Colomber conquista con su concisión intensa. Además, los cuatro minutos de su obra "En la pampa" bastan para entregarnos un testimonio de naturalidad, de sencilla calidez en las relaciones humanas. No resulta fácil olvidar su pareja juvenil, cantando en medio del desierto Chileno "We Are Sudamerican Rockers" de Los Prisioneros.




La obra de Krzysztof Wodiczko siempre me ha llamado la atención, las múltiples proyecciones de imágenes gigantescas sobre edificios y monumentos que ha realizado en todo el mundo.
Las imágenes que proyecta se integran con la forma arquitectónica del edificio o monumentos escogidos, sea una fachada, un arco, una columna, los peldaños de una escalera o una estatua. A menudo se trata de edificios y monumentos que los caminantes han asimilado pasivamente. A través de las imágenes, el artista provoca un diálogo que renueva y actualiza su función originaria. De este modo enriquece, transforma y manipula el mensaje inicial de esta arquitectura, con la intención de impactar, denunciar y producir un revulsivo en la opinión pública.
La forma que utiliza el video es muy interesante, ya que en este video que vimos en la sala Matta se puede ver el discurso de una persona que relata un suceso, una perdida de un ser querido pero en la cual la proyección esta en un lugar muy concurrido y o único; pero lo que se ve son las manos de cada persona que va hablando, es decir recorta la cabeza de cada persona, mientras cada persona habla se va viendo el movimiento que adquieren las manos, ya que cada persona puede hablar y dar un discurso preparado para el momento pero lo que no puede hacer es dominar las reacciones del cuerpo.
Las manos son cómplices de cada uno, ya que van a reflejar lo que estamos sintiendo cuando hablamos, nos delatan en cierta manera; podemos estar hablando de la paz pero al mismo tiempo podemos estar golpeando nuestras manos, es algo un poco irónico. Las manos reflejan cuando estamos incómodos en algún lugar, cuando estamos tristes o no sabemos que decir. Es un reflejo de la personalidad de cada persona, un retrato inconciente que no sabemos dominar y que en estas proyecciones se hace denotar.

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